El fácil recordar la emoción absoluta de un niño cuando espera su regalo de Navidad. Alegría resplandeciente de un niño abriendo un regalo, hace que la Navidad sea un tiempo muy diferente de celebración. De la misma manera, ¿Puede un regalo dado hace 2.000 años seguir teniendo la misma luminosidad e importancia hoy en día?
La respuesta es un sí de corazón. Al celebrar el nacimiento de Jesucristo, reconocemos que él es el más grande regalo la humanidad tiene y tendrá para siempre. Su nacimiento simboliza la paz, la alegría y el amor.
A través de nuestro servicio anunciamos que el centro y la fuente de la alegría de este tiempo tiene un nombre y un rostro: Jesucristo – El Salvador Prometido!
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